Dios escucha la oración. Se deleita cuando llegamos a él y le pedimos que nos ayude. Él quiere darnos lo que necesitamos, no las cosas que pensamos que necesitamos. A veces las respuestas que obtenemos a las oraciones no son lo que queremos o esperamos o que toman más tiempo de lo que pensamos que deberían. Pero, ninguno de que es la ausencia de respuestas. Dios escucha todas las oraciones no importa qué método de oración que utilice: Hablando, canto, o pensar. Incluso nuestras acciones pueden ser una oración a Dios.

Dios está esperando escuchar de nosotros. Salmo 34:15 recuerdanos,

Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones.

Él nunca duerme y siempre está disponible para escuchar nuestra oración.

Debemos humillarnos y lo buscan.

Si mi pueblo, el cual es invocado mi nombre, se humilla y ora, y me busca, y se convirtieren de sus malos caminos;, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a las oraciones de las personas que se ofrecen en este lugar. (II Crónicas 7:14-15)

En Crónicas 5:20, se nos dice que Dios respondió a las oraciones de la gente porque confiaron en él. Creyendo que Dios contestará nuestras oraciones, confiando en su capacidad para oír y respuesta es importante.

El libro de los Salmos está lleno de peticiones de David a Dios y sus pensamientos sobre la oración. En el sexto capítulo, dice, "El Señor ha escuchado mis ruegos; Señor mi oración ".

Muchos lugares en el sitio de la Biblia condiciones similares para las oraciones sean escuchadas: viviendo bien, confiando en Dios, ser humilde. En otras palabras, las oraciones que se escuchan son las que provienen de una persona que tiene una relación con Dios, alguien que cree que sus oraciones serán respondidas por un Padre celestial amoroso.

¿Cómo se desarrolla una relación con Dios? Al igual que se hace con los amigos y compañeros de trabajo. Por conocerlos, pasar tiempo con ellos, hablar con ellos. Así es con Dios. Pasar tiempo con él y llegar a conocerle, y no tendrá que hacer esta pregunta más. Usted sabrá sin duda que Él está allí.